Las placas de pozo profundo son un tipo de equipo de laboratorio que se utiliza en cultivos celulares, análisis bioquímicos y otras aplicaciones científicas. Están diseñados para contener múltiples muestras en pocillos separados, lo que permite a los investigadores realizar experimentos a mayor escala que las placas de Petri o los tubos de ensayo tradicionales.
Las placas de pozos profundos vienen en una variedad de tamaños y formas, desde 6 hasta 96 pozos. Las más comunes son las placas de 96 pocillos, que tienen forma rectangular y acomodan pocillos de muestra individuales en 8 filas por 12 columnas. La capacidad volumétrica de cada pocillo varía según su tamaño, pero normalmente oscila entre 0,1 ml y 2 ml por pocillo. Las placas de pocillos profundos también vienen con tapas que ayudan a proteger las muestras de la contaminación durante el almacenamiento o el transporte y proporcionan un sello hermético cuando se colocan en una incubadora o agitador durante los experimentos.
Las placas de pozo profundo tienen muchos usos en la industria de las ciencias biológicas; se utilizan comúnmente en cultivos celulares, como estudios de crecimiento bacteriano, experimentos de clonación, técnicas de extracción/amplificación de ADN como PCR (reacción en cadena de la polimerasa) y ELISA (ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas). Además, las placas de pocillos profundos se pueden utilizar para estudios cinéticos enzimáticos, pruebas de detección de anticuerpos y proyectos de investigación de descubrimiento de fármacos, entre otros.
Las placas de pocillos profundos de 96 pocillos ofrecen una ventaja significativa sobre otros formatos, ya que aumentan la relación entre área de superficie y volumen; en comparación con formatos más pequeños, como placas de 24 o 48 pocillos, esto permite procesar más células o moléculas a la vez. mientras mantiene niveles de resolución suficientes por separado para los discos. Además, estos tipos de placas permiten a los científicos automatizar rápidamente procesos utilizando sistemas robóticos, lo que aumenta significativamente las capacidades de rendimiento sin comprometer los niveles de precisión; algo que no es posible utilizando métodos tradicionales como el pipeteo manual.
En resumen, está claro por qué las placas de 96 pocillos profundos se utilizan tan ampliamente en muchas áreas diferentes de la investigación científica; Debido a su gran tamaño, permiten a los investigadores una mayor flexibilidad a la hora de realizar experimentos y, al mismo tiempo, proporcionan un tiempo de procesamiento eficiente, lo que los hace ideales para laboratorios modernos de todo el mundo.
Hora de publicación: 23 de febrero de 2023